Con el poder del pulgar.

Al fin llegó el primer sábado sin lluvia. Plan: Ir a Carcassonne. Ida: A dedo. Vuelta: En tren. Caminé hasta lo que creí el mejor lugar para hacerlo. Me había llevado una mochila con comida, agua, una campera, etc. Hasta había preparado un cartel. Estuve parado exactamente acá, abajo del cartel.  Luego de media hora de solo recibir sonrisas, empecé a dudar del método. Pero por otro lado, era consciente que era un novato en estas cosas tal vez me faltaba paciencia. Obviamente miré el cartel, dudé. ¿porqué estaba carcassonne en azul y albi en verde? ¿estaré bien? habrá otro lugar mejor? Dudas y mas dudas, mientras  tanto  seguían pasando esos que con una sonrisa y movimiento de cabeza me negaban el comienzo de mi viaje. Por suerte había llevado el fibrón y papel. Enseguida cambié el destino: Albi. Seguía sin éxito. Puse los dos carteles a la vez (cosa que era muy sospechoso porque no quedan para el mismo lado). Luego cambié de a ratos. los carteles. Miré el reloj y habían pasado 45 minutos ¿será mucho?. En eso una señora para, Genial!. Cuando me arrimo a la ventana me dice que no iba para Albi, y me dice algo mas que no le entendí, yo no sabía que hacer así que le dije gracias y siguió. Pero ya había picado alguien. Ni bien llegué a levantar el cartel otra persona me paró.

Sebastián un jubilado en una carabana, había nacido en españa, a los 17 se había ido a Francia. Piola, hablamos de todo un poco. Me dejó en un centro comercial y de ahí pateé ("patié") para el centro.

Lamentablemente me quedé sin baterias en la cámara y saqué pocas fotos. 

Entre otras cosas visité el museo Toulouse-Lautrec, vi la muestra de Henri de Toulouse-Lautrec conocido por hacer cosas como estas. Visité la Catedral de Santa Cecilia

La vuelta como dije, en tren. La verdad la pasé muy bien.

Saludos.

Pd: Con lo que me ahorré en la ida, entré al museo, saqué la audioguia para la catedral y me tomé una cerveza. Próximo destino Carcassone.